Mezclaremos la harina de garbanzos con unas cucharadas de agua hasta obtener una pasta densa.
Cortaremos el ajo y la cebolla en brunoise, juntaremos con el resto de los ingredientes y mezclaremos con la masa anterior.
Dejaremos reposar en la nevera unas 2 horas.
Nos mojaremos las manos con agua y haremos bolas del tamaño de una nuez. Chafaremos como si fuera una hamburguesa y refrigeramos o congelamos.
Freiremos en aceite bien caliente unos 2 minutos hasta que estén dorados y dejamos en papel absorbente.
Acompañaremos de una raita preparada con yoghurt, 2 c.s. de pepino picado, unas hojas de menta y una cucharada de café de comino, sal y pimienta.